sábado, 28 de febrero de 2009

Arua, 24 de febrero de 2009

De nuevo el despertador suena temprano, a las 6:30 ya estamos desayunando porque a las 7 hemos quedado con Sarah, una guía del lugar (Ranger). Aparece fusil en mano y se monta en el coche dispuesta a enseñarnos el parque. Es una mujer muy jovial de mediana edad yo creo, es curioso pero es muy difícil calcular la edad de las personas aquí...

(Jirafas en Paraa)

Por el camino encontramos a todo tipo de animales, lo más común el antílope, animal nacional, pero también vemos jabalís (como Pumba el del rey león, muy majos), bastantes jirafas y algún que otro elefante. El rey de la sabana es el león pero la canción está en lo cierto: “hoy duerme el león”, de hecho siempre duerme, 20 de las 24 horas del día se las pasa panza arriba el tío, y luego nos quejamos de Juancar, el rey de la sabana si que trabaja poco!! Justamente las horas del día que se despierta para comer es por la mañana para cazar algún antílope, intentamos sorprender a alguno de ellos en plena caza o paseo pero no hay suerte y tras más de tres horas con la guía con medio cuerpo fuera del coche intentando divisarlo volvemos al hotel.

(Elefantes en Paraa)

Allí hacemos tiempo para comer ya que luego partimos rumbo a Arua. Descansamos un poco en la piscina del hotel pero no mucho, solo lo que nos permiten nuestros remordimientos porque después de todo lo que hemos visto estos días no es justo tumbarse al sol como si estuviéramos en alguno de los lujosos hoteles de nuestras costas.

Comemos y salimos hacia Arua donde nos alojamos con los combonianos, uno de los cuales es hermano de Grace, nos damos una ducha y salimos a tomar algo antes de cenar. Por lo que conocemos el deporte nacional más importante (entre quienes pueden permitírselo) es sentarse con una Bell (cerveza nacional) en torno a una mesa y discutir sobre política ugandesa. Poco a poco nos vamos enterando de la situación. Museveni es el presidente de la república “democrática” de Uganda. Lleva muchos años en el poder y parece que ahí se va a quedar mientras viva. Podría decirse que ha nombrado como ministros a su mujer y sus amigos más cercanos y que a cada cual le gusta más el dinero... Cuando llega momento de hacer “elecciones” consigue los votos cambiándolos por semillas o cualquier otro producto a las personas de los poblados, no creo que sea difícil convencer a personas que no saben ni leer ni escribir, que luchan cada día por sobrevivir y cuya mayor y probablemente única preocupación es tener algo de comida que llevarse a la boca. El problema es que cuando los ugandeses llevan unas cuantas cervezas es difícil comprender su inglés hablando sobre temas que tampoco dominamos...

El debate continúa sin tiempo para mirar el reloj hasta que oscurece y la falta de electricidad nos hace darnos cuenta de que es hora de volver para cenar. La electricidad y la energía es aquí un verdadero problema que merece unas cuantas líneas y hoy ya estoy un poco cansada.

Agotados, en cuanto tenemos oportunidad abandonamos a los combonianos delante de la tele haciendo hora para ver la champions y nos vamos a dormir. Creo que el fútbol es la cosa más internacional y que une a más personas en el mundo.

Paraa 23 de Febrero

Nos toca levantarnos temprano, muy temprano y despedirnos de Teresa y las hermanas combonianas que nos han tratado muy bien estos 3 días. La verdad es que tenemos que agradecer mucho a Teresa por lo bien que nos ha tratado y la de cosas que nos ha enseñado.

Nuestro nuevo destino es Paraa, uno de los dos parques naturales de Uganda. El lugar es impresionante, eso si aprovechan en todo momento para sacar dinero... Grace nos comenta que el año pasado no era así, antes no era tan caro. Por lo visto se han puesto las pilas. Esperamos que este dinero sea para preservar y mantener este maravilloso parque y no para el gobierno corrupto del que tanto nos habla Grace.

El primer sitio donde vamos, después de encontrarnos muchos animales por el camino, es la orilla del nilo, donde esperamos al Ferry que pasa cada hora, una vez en el otro lado una hora de camino por pista nos lleva a la parte de arriba de las cataratas Victoria. La verdad es que es muy difícil describir ese lugar por su inmensa belleza y por la fuerza que desprende el nilo y que se percibe en el propio ambiente. El enorme nilo se reduce a 9 metros de ancho y 45 de caída.

(Cataratas Victoria)

Después de comer, volvemos al ferry donde nos espera un barco por el que navegaremos por el nilo durante 3 horas (2 de ida y 1 de vuelta) para ver hipopótamos, cocodrilos y las mismas cataratas que vimos por la mañana pero desde abajo. El viaje es un poco largo pero merece la pena por ver a los hipopótamos que son muy majos.

(Hipopotamos en el Nilo)

Y por fin volvemos y vamos al único y lujoso hotel que hay en el parque. El sitio es destacable porque es completamente diferente a todo lo que se ve por Uganda. Es un hotel completamente “occidental” donde solo se alojan extranjeros. Ducha, cena y a dormir, al día siguiente nos espera un madrugador safari en busca de leones por el parque.

Lira 22 de febrero de 2009

Nos levantamos temprano y tras desayunar casi sin darnos cuenta y sin coger nada nos vemos montados en el todoterreno de Teresa acompañándole a uno de los poblados pertenecientes a la parroquia donde como hace cada domingo celebrará con ellos la eucaristía. El poblado no dista más de treinta kilómetros pero nos lleva una hora escasa recorrerlos, la mayoría son caminos de tierra y los trozos asfaltados no tienen menos desniveles y soca bones.

Durante el trayecto Teresa comenta: “anda que como se entere Benedicto XVI de esto que vamos a hacer nos excomulga, una monja haciendo la oración del domingo y un cura sentado escuchándola desde abajo”. En ese momento nos reímos pero la verdad es que pienso que más les valdría en el Vaticano aprender un poco de estas situaciones y dejar de castigar cualquier modificación de sus incomprensibles normas y rangos clericales.

En el poblado nos reciben como si fuéramos auténticas celebridades lo cual nos abochorna bastante. Damos un paseo mientras preparan la misa y enseguida nos percatamos de la situación del lugar. Ni siquiera se le puede llamar poblado porque son familias que han plantado sus chabolas de forma dispersa, cada una de ellas tiene una choza para la pareja, una para los niños y otra para las niñas, una pequeña construcción que hace las veces de granero y algunos animales que campan a sus anchas por los alrededores. El territorio es extenso y pantanoso y cada familia ocupa un amplio terreno separado por unos cuantos metros cuadrados de otras familias.

(Poblado cercano a Lira)

La misa comienza hacia las nueve. Me llama la atención que Teresa se refiere a ella constantemente como la oración cuando en realidad es una misa con todos sus pasos, oraciones, salmos y cánticos, muchos cánticos, acompañados algunos de bailes. Me sorprende que mientras en Europa la gente balbucea las oraciones y susurra lo más bajo que puede las canciones aquí las disfrutan a plena voz, es verdaderamente una celebración, un momento de fiesta.

No entendemos nada de lo que dicen pero hacen alusiones a nuestra presencia en varias ocasiones, de hecho nos han colocado en unas sillas junto al altar donde somos visibles por el cerca del centenar de personas que llenan la parroquia aun sin terminar. No acabo de entender si todo esto es porque somos desconocidos, porque somos blancos o porque acompañamos a Teresa... Al final de la misa regalan a Teresa una gallina viva para que “pueda alimentarnos durante nuestra estancia aquí”. Cuánto nos falta por aprender de la hospitalidad africana, nosotros que vagamos por nuestras ciudades sin hablar con los demás sin saludar a veces ni a los conocidos. Ojalá todos aquellos que desprecian a los inmigrantes fueran capaces de vivir una escena así para que cambiaran su racismo por una milésima de la amabilidad y humanidad de estas gentes.

(Bailes africanos en la misa)

Tras esto volvemos a Lira donde las combonianas están a punto de comer, ¡qué metódicas y sistemáticas son! Para la una hemos terminado, recogido e incluso han dejado preparada la mesa para la cena. A estas horas hace un calor insoportable por lo que cada una de las hermanas se van retirando a sus habitaciones para descansar un poco, nosotros les imitamos como en cada una de sus costumbres rutinarias.


Lira 21 de febrero de 2009

Nos levantamos pronto, a las 6:45 las combonianas van a misa , un cura italiano reza en el idioma local con lo que no entendemos nada de nada, tras esto desayuno y a visitar la ciudad. Hace solo dos días el presidente de Uganda, Museveni visitó Lira, dijo que debían limpiarla, no le faltaba razón, da una sensación de desorden total, la gente planta donde puede las pocas cosas que tiene para venderlas y sacar algo de dinero.

(Parroquia)

Teresa nos enseña buena parte de los terrenos de la diócesis, son realmente extensos pero tampoco están muy organizados, quien reúne algo de dinero saca su proyecto adelante donde puede sin tratar de agruparse para abaratar costes y estar más unificados. Los cristianos son buena parte de la población y sus misiones llevan a cabo importantes trabajos con la población. No sabemos apenas nada de la orden de los combonianos pero por lo que vemos son casi todos italianos y tratan de iniciar empresas que luego los africanos puedan gestionar y sacar adelante, no creen que valga hacer cosas muy importantes si no van a ser continuadas por la población autóctona, “pan de hoy hambre para mañana”. La gente aquí les admira y les para por el camino constantemente. Su labor es innegable.

Teresa dice que cuando vuelve a casa no se siente en su sitio, a mi me parece admirable pero creo que hoy en dia es difícil que su trabajo encuentre continuación en las mujeres jóvenes europeas. Grace nos espera para buscar cobertura a ver si somos capaces de conectarnos a internet, en otro momento más.

Nuestras primeras horas en Uganda

Después de unos pequeños problemas con las maletas, por fin pisamos suelo ugandés, Grace vino a recogernos al aeropuerto. Nada mas salir de él a la izquierda vemos unas grandes carpas, aviones y helicopteros, Grace nos explica que es una base de las Naciones Unidas para organizar la ayuda a el Congo, el conflicto no está tan lejos...

Entebbe esta a 30 km de Kampala, la separación entre ambas es prácticamente inexistente. Enseguida nos sorprende el tráfico de la capital, bicis transportando todo tipo de objetos, motos ocupadas por dos, tres o más personas, furgonetas que hacen las veces de villavesas y que como éstas creen tener prioridad en todas las situaciones e incluso en las maniobras más inverosímiles, camiones inmensos y todo tipo de coches intentan alcanzar su destino por calles interminables con cruces imposibles. Todo ello por la izquierda por supuesto, recordándonos que Uganda fue colonia inglesa y que los ingleses son especiales para estas pequeñas cosas.

(Pequeña villavesa Ugandesa)

Nos alojamos en un cómodo y occidentalizado hotel donde la mayoría de los residentes tienen la piel tan pálida como nosotros. Descansamos hasta la hora de comer lo cual se agradece tras el trajín sufrido por los aeropuertos. Después de comer vamos a la British airways a reclamar las maletas y las noticias no son muy alentadoras. Tras hacer algunos recados nos damos cuenta de que muchas cosas tienen el mismo precio que en España como los aparatos electrónicos o la gasolina, de ahi lo inalcanzable para esta gente. Para olvidarnos de todo ello Grace nos lleva al restaurante de un lujoso hotel a probar la cerveza ugandesa.

Es curioso ver como desde el aeropuerto y en todo Kampala la publicidad de Coca Cola inunda las calles con enormes carteles e incluso monumentos en las rotondas. Más curioso quizás es que su precio es el mismo que el del agua y esta en todos los rincones de Uganda, da mucho que pensar y la verdad es que yo sentí un poco de vergüenza al ver eso y mas vergüenza aún porque yo soy un asiduo consumidor de esa bebida...

(Vista de Kampala)

Al día siguiente solucionamos para nuestra tranquilidad el problema de la maleta perdida, y dimos una vuelta por una playa en el lago Victoria, al lado de un lujoso hotel. El día lo aprovechamos para hacer pequeños asuntos que Grace tenía pendientes y pronto a descansar para el largo viaje que nos esperaba al día siguiente.

Nos levantamos temprano, pues teníamos 5 horas de viaje por delante hasta Lira, es interesante ver la calidad de las carreteras, que a pesar de salir de la capital sus condiciones no son muy buenas. Por el camino nos encontramos que están arreglando la carretera, Grace nos cuenta que llevan mucho tiempo haciéndolo. Las infraestructuras son muy importantes... Confiamos en que sigan arreglando carreteras.

Alberto e Irene

viernes, 27 de febrero de 2009

Bienvenidos, ongi etorri

Cuando decidimos embarcarnos en esta aventura en tierras ugandesas no podíamos imaginar lo que nos esperaba. Ahora que lo estamos viviendo tampoco somos capaces de asimilarlo bien. Es todo tan diferente, tan injusto muchas veces, que cuesta trabajo creer que sea una realidad. Por eso desde el primer día creímos que era importante intentar plasmar esas sensaciones, vivencias y opiniones para que no cayeran en saco roto, porque de aquí a un tiempo probablemente ya no seamos capaces de describirlos con tanta nitidez y porque con tantas emociones a veces es más fácil escribir que hablar. Cada noche nos sentamos delante del ordenador, o el uno o la otra o ambos y dejamos que nuestra mente exprese todo eso que ha vivido a lo largo del día. Queremos compartirlo con todos vosotros, por si os interesa, para que sepáis qué estamos haciendo y conociendo aquí, para que os distraiga del día a día y si es posible para intentar convencernos de que muchas veces nuestras preocupaciones no lo son, que nuestra crisis no lo es tanto y que deberíamos agradecer cada día lo bien que vivimos.